Empecemos a lo bruto. Francisco Castro- en lo sucesivo, Francho- es una especie de genio, un tío de los que mira para adentro, que frecuentemente se atasca con las cosas mundanas y vive con pasión sus rumores internos, sus “obsesiones” de pequeño, mediano y gran tamaño. Todo lo ajeno a estos trabajos de conciencia son ruidos de fondo altisonantes que le piden concurso de manera zafia, aunque él reconoce que si se dejase arrastrar a los abismos de su subjetividad sería tan infeliz, o más, como si dejase de pintar, y eso podría resultar grave porque Francho es, ante todo, un pintor sobresaliente. Yo no conozco personalmente a ninguno mejor. Si creen que exagero, entren en la sala.
Categorías: Proyectos
Tags: alegoría, lo siniestro, mímesis, pintura, realidad, relato, representación, simulacro, visualidad