Entorno a la exposición “Algo falta. El significado fugado en la fotografía”

 

La muestra Algo falta. El significado fugado en la fotografía se inauguró  en TEA Tenerife Espacio de las Artes el 8 de noviembre de 2011, dentro de la Bienal Internacional de Fotografía FOTONOVIEMBRE 11, y permanecerá abierta hasta el 29 de enero de 2012.

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Algo falta, algo se ha roto, el hilo del sentido parece perderse una y otra vez dentro del corte fotográfico, en ese acto automático de suspensión o interrupción que es toda fotografía. ¿Qué ha pasado? ¿Qué es lo que ocurrió? La forma del enigma y del suspense definen una temporalidad propia de la experiencia fotográfica, que se da siempre a través de una imagen a la que hemos llegado tarde.

 

¿Cuál es la historia? ¿Qué cuenta esta imagen? ¿Cómo hemos llegado aquí? Si la miro veo un corte coagulado, un fragmento detenido que sólo puede mostrar los indicios desordenados de un suceso ya ocurrido; una “escena del crimen”, cuyo sentido se encuentra suspendido, aplazado. Todo argumento adherido habrá de llamarse entonces testimonio. Toda palabra será una máscara superpuesta a una imagen cruda, para dotarla de un significado inteligible. Así, la leyenda o discurso que acompaña explícita o implícitamente a cada fotografía pende sobre el vacío de una imagen muda; los sentidos que queramos concederle se urden sobre un tejido roto.

Esta muestra trata de desplegar una interpretación en torno a una noción elemental que ha atormentado a la historia de la representación en el siglo XX: la indecibilidad de lo visual. La selección de obras fotográficas que se presenta circunscribe la problemática que genera esta idea al contexto particular de la fotografía, un medio que evidencia con especial fuerza la vieja escisión entre el ver y el decir.

A lo largo del siglo XX la fotografía se convirtió en una poderosa herramienta perceptiva, prácticamente en una prótesis de la conciencia. Dentro de la enorme mutación cultural que supuso la consecución de la modernidad, el medio fotográfico se mostró capaz de actuar como modelo del pensamiento y como potente recurso discursivo, idóneo para representar la nueva esfera pública que se fraguaba al ritmo de la industrialización capitalista. Sin embargo, todas aquellas instantáneas tomadas en las calles de las ciudades plasmando una nueva sociedad industrializada nos condujeron a un mismo lugar, desembocaron en una inquietante percepción. Fue Walter Benjamin quien nos hizo comprenderla: esencialmente nos mostraron el “escenario de un crimen”.

Ese sitio al que se “llega tarde” para registrar los rastros de un acontecimiento pasado, ese “lugar abandonado por todos”, que para Benjamin constituía siempre una fotografía, define, más que ninguna otra figura, el núcleo de lo fotográfico, y determina la especial relación del medio con el acontecimiento y con el tiempo.

A modo de mito moderno, la figura benjaminana de la “escena del crimen” sintetiza la relación dialéctica que constituye el sustrato profundo de la fotografía: la constante tensión entre el elemento “visual puro” e instantáneo, y el “pie de foto”, como enunciado añadido a la imagen. Dicha tensión irresuelta se manifiesta bajo la forma del suspense, moderna modalidad de captación temporal que se origina al mismo tiempo que la fotografía. Si hay un conjunto de emociones o sensaciones que definitivamente pertenecen al orden de la tecnovisualidad son aquellas que se hallan asociadas al recurso del suspense; doble estructura deseo-insuficiencia, donde los indicios fragmentados de una visualidad irreductible parecen señalar siempre hacia un significado en fuga.

Esta exposición traza el rastro de esa tensión, explorando una serie de obras fotográficas dentro de Colección Ordóñez-Falcón de Fotografía que abarcan un amplio marco cronológico, desde comienzos del siglo pasado hasta la actualidad. Más allá de la mera aproximación semiológica al medio como un lenguaje autónomo, el recorrido de la muestra establece en cambio una lectura transversal de la fotografía como una pieza clave para comprender e interpretar el devenir social y el sentido de lo público en nuestras actuales sociedades.

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