Marea Negra, domingo 05.06.2005. El Médano, Granadilla de Abona, Tenerife.*
Jueves 4 de abril, sala de exposiciones de la sede central de Caixabank (poco tiempo antes, Cajacanarias): se inaugura la exposición ‘Manrique. La conciencia del paisaje’. Entre la plástica y otros aspectos grandiosos de la obra artística y territorial de César, pocas personas advierten que la Muestra contiene un Misterio. Varios, en realidad, y todos empiezan por ‘eme’.
¿Será la eme del Mar, la espléndida panorámica con Famara en primer plano, que cautiva al visitante que traspasa el umbral de la sala? No lo parece. Aunque fantástica, nada oculta la superficie de esa arena hollada por los pies del artista durante su infancia y primera juventud.
Podría ser la eme de los Murales, los de su etapa de artista figurativo. Pero no esconde secreto alguno la reproducción de las expresivas pinturas colgadas por primera vez en el Parador de Arrecife, ni la de los espléndidos murales abstractos que decoran su obra espacial posterior.
No es la eme de Madrid, la divertida etapa de Manrique en la gris capital del reino en los años cincuenta. Ni tampoco la eme de Manhattan, durante su fase más cosmopolita en la década siguiente, cuando contemplaba los rascacielos desde la ventana de su apartamento neoyorkino, mientras Martín Luther King (otro gigante que empieza por eme) transmitía sus sueños a través de la televisión en blanco y negro.
¿Será entonces, tras su regreso, la eme del Jameo? En absoluto: no hay mayor transparencia que la del aire de los tubos volcánicos. Ni existe mayor claridad que la que enseñan todas las intervenciones de Manrique comprometidas con el territorio. Tampoco encubre esta parte de la exposición el Misterio; acabemos pues con él: a Manrique no le gustaría abusar de tanto Morbo.
Casi al final del recorrido cuelgan del techo los Megáfonos. Debían denunciar y gritar los sueños de lo que no habría de ser (y lo que sí se puede hacer, si se quiere). Pero todos los sueños tienen un contexto: para Martin Luther King, que su pequeño hijo negro y el pequeño hijo de un blanco crecieran juntos como iguales era un sueño, porque en el contexto real de la vigilia existe el racismo, y la discriminación social, y la violencia institucional contra las personas negras.
¿Existía un contexto para los Megáfonos de la sala ‘César activista’, en la sede central de Caixabank (poco tiempo antes Cajacanarias)? Sí, pero lo borraron. Desapareció la Marea negra, esa imagen espléndida de Miles de ciudadanos cubiertos con una bolsa de plástico oscura denunciando sobre la playa de El Médano la Mentira del Muelle de Granadilla. Allí estuvo la fotografía, sin inaugurar aún la exposición, poco tiempo antes. El jueves 4 de abril, lo que se proyectó en algún momento sobre una pared blanca y desnuda fue la sombra alargada del tipo, con apellido de abolengo que empieza con eme pero que no voy a nombrar, que ahora investiga subvencionado por los que promueven el Muelle de Granadilla.
Desparecieron las fotos de tantas Manifestaciones celebradas poco tiempo antes: las de las Multitudinarias, cívicas, esforzadas, no subvencionadas convocatorias contra ese Muelle, contra tendidos eléctricos, contra recalificaciones de suelo rústico en urbano, contra prospecciones petroleras, contra tanto abuso sin consideración. Los Megáfonos enmudecieron. ¿Será por la vergüenza? Ahora entiendo mejor el anuncio que anticipaba, poco tiempo antes, la exposición: bajo el Megáfono, un lema que reza: ‘Esto no es un Manrique’.
¿Pero cómo se explica el Misterio de las desapariciones? Sus Motivos también empiezan por eme, y no hay que tener Miedo de nombrarlos. Uno se llama Mezquindad de una política cultural, la que emana desde los que ostentan el poder, tanto político como económico. Otro se llama Mediocridad intelectual, la que exhiben los individuos incapaces de respetar el derecho a disentir de sus conciudadanos (aunque éstos sean Millares). También se llama Mala (sería mejor decir pésima, pero no empieza por eme) calidad democrática: ni en las postrimerías del franquismo se atrevían a censurar a Manrique de una forma tan vil.
Mi conclusión, la de alguien que suele expresarse con Moderación, es que ojalá la Marea del tiempo borre tales actitudes, como borró los dibujos de Manrique en la arena de Famara. La de César tal vez se hubiera expresado de la forma vehemente, clara y directa que siempre empleó (la última, poco tiempo antes de su Muerte): hipócritas que me utilizan, váyanse a la Mierda.
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(*) Marea Negra, domingo 05.06.2005. El Médano, Granadilla de Abona, Tenerife. Acción propuesta por los movimientos sociales que trataban de hacer frente a la construcción de un megapuerto en la costa de Granadilla, Tenerife. La acción y posterior difusión fue realizada por un grupo de artistas que se adhirió a las iniciativas populares que trataban de hacer frente al embate del neodesarrollismo auspiciado por instituciones públicas. Además de la performance realizada por unas cuatro mil personas que ofrecieron la imagen de un cuerpo colectivo frente a esta infraestructura innecesaria para la isla, se realizó el envío personalizado de treinta mil postales con la imagen, dirigida a los comisarios europeos, remitidas personalmente por vecinos de la isla.También se editaron vídeos de corta duración que fueron insertados en noticiarios nacionales y europeos dando gran visibilidad a las protestas.
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